viernes, 20 de mayo de 2011

¡UNA AGONÍA QUE DURÓ DOCE HORAS!

‘Margarita’, una yegua zaina de 8 años de edad, murió ayer en plena Autopista Simón Bolívar en Cali, Colombia. Drama entre carretillas.


Después de haber soportado dolores intensos durante 12 horas, de haber  recibido vía intravenosa más de 10 bolsas de suero y de aferrarse a la vida como una  verdadera guerrera, ‘Margarita’, la yegua zaina que paralizó ayer el suroriente de Cali, dejó de existir bajo la mirada impotente de decenas de ciudadanos.

Esta dramática historia se remonta al pasado miércoles. Exactamente a las 5:00 p.m., ‘Margarita’ transitaba en compañía de su amo (un conductor de carretilla), sobre la Autopista Simón Bolívar, del barrio Ciudad 2000. Con la fuerza de su cuerpo, que apenas alcanzaba los 320 kilogramos, arrastraba  una pesada  carretilla en la que su dueño llevaba una vetusta nevera.

De un momento a otro y sin soportar más un intenso dolor que la agobiaba, se desplomó en plena calle, quedando a merced del asfalto que la ‘acarició’ de manera violenta, dejándola con laceraciones en el lado derecho de su cabeza y estómago.
De inmediato, varios vecinos trataron de socorrerla y ‘Margarita’ fue llevada a un separador vial, en frente del CAI de la Policía, para darle los primeros auxilios, pero la realidad es que la yegua yacía exhausta,  con pocas ganas de vivir.

Poco a poco fueron llegando más colaboradores provisionales. Algunos solamente se dedicaban a morbosear la tragedia de la yegua, otros, con más sentido animal, intentaban ayudar o por lo menos preguntaban qué era lo que le había sucedido a ‘Margarita’, para que estuviese ahí tirada, sin ganas ni siquiera de sostenerse por sí misma.

Corrían aproximadamente las 10:00 de la noche  (del mismo miércoles). Mientras tanto, ‘Margarita’ con una  mirada perdida, le faltaba hablar para expresar a los humanos que la rodeaban, que necesitaba un poco de atención, algo que mitigara su agónico sufrimiento.

Momentos en que varios habitantes del barrio Ciudad 2000 trataban de ayudar a la infortunada yegua. Eran las 2:00 a.m.

Periodista amenazado por querer ayudar a margarita.

Hacia las 11:00 p.m., ya varios profesionales de la salud animal se habían acercado al lecho de agonía de ‘Margarita’. En ese momento llegué al lugar para saber sobre la suerte de la yegua.

Mientras tanto llegaba  más gente que traía bolsas de suero, pues la yegua, según los veterinarios, estaba deshidratada. El dueño se dedicaba a merodear por todo el lugar, vigilando a su preciada ‘propiedad’.
Fue en ese momento cuando saqué la cámara para hacer unas fotos que pudieran revelar el sufrimiento del animal, pero eso no gustó mucho y empecé a recibir amenazas por parte del dueño y algunos amigos   de éste (5 personas), intimidándome para que me fuera.
Y eso tuve que hacer, pues mi intento por ayudar a ‘Margarita’ se convirtió en una ofensa para ellos, ¿estarían ocultando algo?
La situación estaba ‘caliente’, así como la articulación de la pata derecha trasera de la yegua, lugar que no se dejaba tocar por el intenso dolor que le provocaba.
Como lo manifestó Constanza Pedraza, una médica veterinaria colaboradora de la Fundación Sentir Animal, que acudió al sitio para revisar a la yegua, “hacia las 5:30 a.m. de ayer llegué al lugar y de inmediato supe que ella estaba mal. Cuando la revisamos noté que tenía  una complicación en la pata, que estaba deshidratada y con varias laceraciones por maltrato y mala utilización de los rejos de arrastre”.
Constanza cuenta cómo hacia las 6:00 a.m., y después del triste diagnóstico, se había tomado la decisión de terminar por completo con su dolor, “si seguía con vida quedaría inmóvil, por eso era mejor la eutanasia. Además, no habían posibilidades reales por parte del Gobierno local para quitarle el dolor al animal, ni tratarlo, pues curar una dolencia de éstas cuesta casi diez millones de pesos”.
Con dichas probabilidades la vida para ‘Margarita’ era  algo con lo que ya no contaba, como lo expresó el intendente Eliécer Zorrilla, comandante (e) de la Policía Ambiental. “La yegua murió hacia las 7:00 a.m. de ayer en manos de veterinarios, nosotros acompañamos al animal en todo su proceso de agonía y estamos investigando, pues el dueño  no poseía con la licencia de conducción y al parecer la tenía trabajando  a pesar de tener una incapacidad médica”, dijo.
El fin para la yegua fue  un proceso de paz: entre cobijas, una almohada, comida por doquier, agua y la compañía de voluntarios que no la abandonaron en toda la noche, ayer, a las 3:30 p.m., un camión de basura  recogió el cuerpo de ‘Margarita’ y se lo llevó a su destino final, un botadero o una tumba improvisada.

'Margarita' trató infructuosamente de aferrarse a la vida, sin embargo su cuerpo y su mente no soportaron más y feneció.